La motricidad fina es
aquella que permite hacer movimientos pequeños y preciosos. Se localiza en el
lóbulo frontal y en la región pre-central del cerebro. Aunque los recién
nacidos pueden mover sus manos y sus brazos, esos movimientos no son controlados,
es decir, no son conscientes. En este sentido, la motricidad fina
son movimientos controlados que requiere de dos condiciones fundamentales:
el desarrollo muscular y la madurez del sistema nervioso central.
Estas son algunas de las actividades que realizamos en el cole para
desarrollar nuestra motricidad fina y para que podamos coger mejor el lapicero,
hacer trazos con mayor precisión, abrocharnos unos botones…
Insertar “pinchos” en una base agujereada.
Insertar bolas en una cuerda.
Picar figuras con el punzón
Rasgar papel de seda.
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